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La escuela de la libertad de los Zapatistas

Rosa María Torres

Escuelita zapatista. Tomado de: EZLN-Enlace Zapatista


"Después de los cursos de la Escuelita Zapatista del año pasado y principios de éste, nos dimos cuenta que ya había una generación que podía mirarnos de frente, que podía escucharnos y hablarnos sin esperar guía o liderazgo, ni pretender sumisión o seguimiento. Marcos, el personaje, ya no era necesario. La nueva etapa en la lucha zapatista estaba lista”.
Subcomandante Marcos, 24 mayo 2014.
Día en que anunció que 'deja de existir' como Subcomandante Marcos y como vocero del EZLN.
Entre la Luz y la Sombra


EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL - MÉXICO
Marzo del 2013.

Compañeras y compañeros, hermanas y hermanos, de la Sexta:

Sobre las visitas, caravanas y proyectos.
Ustedes saben que estamos preparando nuestras clases para las escuelitas, en eso vamos a concentrarnos para que salga bien y haya buenos y buenas alumnas y alumnos.
Y nosotros, junto con las autoridades, pensamos que hay cosas que no vamos a poder ver todo para no distraernos, como por ejemplo: recibirlos de una entrevista, intercambiar experiencias, o caravanas, o brigadas de trabajo, o discutir idea de un proyecto.  Así que por favor no hagan el viaje de balde porque ni en Junta de Buen Gobierno, ni en autoridades autónomas, ni en comisiones de proyectos se les va a poder atender.
Si alguna persona, grupo o colectivo piensa de traer caravana con apoyo para las comunidades, les pedimos de favor que se esperen a que llega su tiempo para eso, o si ya tienen el viaje arreglado, entonces que por favor dejen en el CIDECI, con el Doctor Raymundo, ahí en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México.
No decimos que no nunca, sino por ahora NO porque queremos concentrarnos de la escuelita.  Queremos avisarles para que no se entienda mal, el por qué no se les atiende.
Queremos decirles esto para que no programen sus viajes que requieren pláticas con nuestras autoridades, porque no vamos a poder atenderles, por la sencilla razón que todo nuestro esfuerzo va por nuestra escuelita, por ustedes, por México y del mundo, es por eso se va el esfuerzo ahí.
Y así vamos a estar en las Juntas de Buen Gobierno de los 5 caracoles, no vamos a poder atenderlos. Pero sí pueden visitar los caracoles.
Igual con los proyectos que ya están funcionando de las 5 juntas, hay cosas que no vamos a poder atender, sólo lo que está en nuestro alcance que no nos implique consultas o mucho movimiento para nuestros pueblos. Si es lo contrario, para otra ocasión se verá.
Queremos que nos entiendan, que para nosotros no es tiempo de caravanas, ni proyectos, ni entrevistas o intercambio de experiencia y otras cosas. Para nosotros las zapatistas, los zapatistas, es tiempo de prepararnos para la escuelita. NO vamos a tener tiempo para otras cositas, a menos que sea del mal gobierno que nos quiera hacer una gran chingadera ahí sí cambia la cosa.
Con ustedes compañeras y compañeros, hermanas y hermanos creemos que hay comprensión.
Sobre escuelita.
Aquí les paso los primero datos para la escuelita, para que vayan preparando sus cosas quienes van a recibir las clases.
1.- A la fiesta de los Caracoles están invitados todas y todos quienes se hayan sentido convocados. La fiesta es en los 5 caracoles, así que pueden ir al que gusten. La llegada es el 8 de agosto, fiesta el 9 y 10, y el 11 el regreso. Ojo: no es lo mismo la fiesta de los 10 años de Los Caracoles, que la escuelita. No confundir.
2.- Con esa fiesta, las bases de apoyo zapatistas celebran el décimo cumpleaños de las Juntas de Buen Gobierno, pero no sólo.
3.- Por esos días empieza nuestra pequeña escuela muy otra donde nuestr@s jef@s, es decir, las bases de apoyo zapatistas, van a dar clase de cómo ha sido su pensamiento y su acción en la libertad según el zapatismo, sus aciertos, sus errores, sus problemas, su soluciones, lo que han avanzado, lo que está atorado y lo que falta, porque siempre falta lo que falta.
4.- El primer curso (vamos a hacer muchos, según vayan pudiendo quienes asistirán), del primer nivel es de 7 días tomando en cuenta llegada y regreso. Llegada el 11 de agosto, la clase empieza el 12 de agosto del 2013 y termina el 16 de agosto del 2013. Y el 17 de agosto del 2013 es la salida. Quienes ya hayan terminado el curso y quieran estar más tiempo, podrán visitar otros caracoles distintos a donde les tocó tomar el curso. El curso es el mismo en todos los caracoles, pero pueden conocer otros caracoles diferentes a donde les tocó, pero ya va en su cuenta.
5.- Poco a poco les vamos a ir diciendo cómo está eso de la inscripción a la escuelita de la libertad según las zapatistas, los zapatistas, pero sí les decimos que es laica y gratuita. La preinscripción será con los Equipos de Apoyo a la Comisión Sexta, nacional e internacional, en la página web de Enlace Zapatista, y a través de correos electrónicos. El registro de alumnas y alumnos será en el CIDECI, en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas. Las invitaciones se van a empezar a mandar, según vamos pudiendo, a partir del 18 de marzo del 2013.
6.- Pero no puede entrar el que quiera a la escuela, sino que vamos a invitar directo nosotr@s. Es@s compas que invitemos, nosotr@s l@s vamos a cuidar, les vamos a dar de comer, un lugar dónde dormir, que esté limpio y contento, y les vamos a poner uno su guardián o una su guardiana, o sea un su “Votán” que lo mira que está bien y que no sufra mucho en la clase, sólo un poco, pero siempre sí un tanto.
7.- Las alumnas y los alumnos van a tener que estudiar muy duro. El primer nivel tiene 4 temas que son: Gobierno Autónomo I, Gobierno Autónomo II, Participación de las Mujeres en el Gobierno Autónomo, y Resistencia. Cada tema tiene su libro de texto.  Los libros de texto tienen entre 60 y 80 páginas cada uno, y lo que ya les dio a conocer el SupMarcos es sólo una pequeña parte de cada libro (3 ó 4 páginas). Cada libro de texto tiene un costo de 20 pesos, que es lo que calculamos que cuesta hacerlo.
8.- El curso dura 7 días el primer nivel y según lo que tenga tiempo el compa, la compa, porque sabemos que tiene su trabajo, su familia, su lucha, su compromiso, o sea que su calendario y su geografía.
9.- El primer curso es sólo de primer grado, faltan muchos más, o sea que no rápido se acaba la escuela, sino que tarda. Quienes pasen el primer nivel podrán pasar al segundo nivel.
10.- De los gastos: el compa, la compa sí tiene qué ver de su pasaje hasta llegar al CIDECI, en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, y para regresar a su rincón. Del CIDECI, ya se van a la escuelita que les toque, y cuando terminen, el regreso es al CIDECI y ya de ahí se van a sus lugares de cada quien. Ahí en la escuela, que sea en el pueblo, no va a tener pena, aunque sea su frijolito, su tortillita y sus verduritas no le van a faltar en su mesa. O sea los gastos de cada estudiante los van a cubrir l@s zapatistas. Cada estudiante o estudianta va a vivir con una familia indígena zapatista.  En los días que esté en la escuela, ésa va a ser su familia de la alumna o alumno. Con esa familia va a comer, a trabajar, a descansar, a cantar, a bailar, y lo van a encaminar a la escuela que le toque, o sea al centro de educación. Y el “Votán“, o sea el guardián o guardiana, siempre lo va a acompañar. O sea que vamos a estar pendientes de cada estudiante o estudianta. Y si se enferma, pues ahí lo vamos a curar o, si está grave, lo vamos a llevar en un hospital. Pero lo que esté en su cabeza como llegó y como se va, pues eso sí no podemos hacer nada, o sea que va en su cuenta del compañero o compañera lo que haga con lo que mire, escuche y aprenda. O sea que se les va a enseñar la teoría, y la práctica pues ahí lo van a ver en sus rincones de cada quien.
11.- Para poder pagar el gasto de su escuela pues ahí lo vamos a ver nosotros. De repente podemos hacer un festival de música y baile, o una pinturas o unas artesanías, pero no se preocupen, porque buscamos el modo y además siempre hay gente buena que apoya las cosas buenas. Para quienes quieren dar una donación para la escuela, vamos a poner un bote en el lugar del registro de alumnos, o sea en el CIDECI, con los compas de la Universidad de la Tierra, en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas. Ahí en el bote, quien quiera donar algo de paga, lo pone y nadie sabe quién dio ni cuánto dio, para que no se presumen un@s que dieron más ni se ponen tristes quienes dieron poco.  No se va a permitir que en las escuelas, caracoles o familias que les toquen, den dinero o dejen cosas de regalo. Esto es para no desequilibrar que unos reciben y otros no.  Todo lo que quieran donar, es en el CIDECI, con los compas de la Universidad de la Tierra, en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México. Ahí se junta todo y ya se reparte luego parejo para tod@s, si es que hay algo. Si no, no importa, lo que importa son ustedes.
12.- Hay otras formas de tomar la clase de la escuela zapatista. Vamos a pedir apoyo con los y las compas de medios libres, libertarios, autónomos, y con quien le sepa a eso de las videoconferencias. Porque lo sabemos que mucha gente no va a poder venir por sus cuestiones de trabajo o personales o de familia. Y también que hay personas que no entienden el español pero sí tienen ganas de aprender cómo es que las zapatistas, los zapatistas han hecho lo que han hecho y cómo han deshecho lo que han deshecho.  Entonces vamos a tener un curso especial para que se toma con video cámara y se manda donde haya un grupo de alumn@s dispuest@s y que estén list@s con su libro de texto  y ahí lo van viendo el curso y con eso del internet pueden hacer sus preguntas de lo que están dando clase los maestras y maestras, las bases de apoyo zapatistas. Para planear esto, vamos a invitar a una reunión especial a algunos medios alternativos para ponernos de acuerdo en cómo se van hacer las videoconferencias y también que tomen foto y video de los lugares que se explican en las clases, para que tod@s puedan ver si es cierto o no lo que están enseñando las profesoras y profesores. Y otra forma es que vamos a hacer copia de los cursos en dvd para que quien no pueda ir a ningún lado y sólo puede estudiar la clase en su casa, pues lo pueda hacer y así también aprende.
13.- Para poder asistir a la escuelita zapatista, tendrán que tomar un curso de preparación donde les va a explicar cómo es la vida en los pueblos zapatistas, sus reglas internas. Para que no vayan a tener delito. Y lo que necesitan llevar. Por ejemplo, no deben llevar esas que se llaman “casas de campaña” que, además, no sirven para nada; porque l@s vamos a acomodar con familias indígenas zapatistas.
14.- De una vez claro les decimos que está PROHIBIDO producir, comerciar, intercambiar y consumir cualquier tipo de drogas y alcohol. También está prohibido portar y usar cualquier tipo de armas, sean de fuego o “blancas”. Quienes pidan ingresar al EZLN o cualquier cosa militar, serán expulsados. No se está reclutando ni promoviendo la lucha armada, sino la organización y la autonomía por la libertad. También está prohibida la propaganda de cualquier tipo, política y religiosa.
15.- No hay límite de edad para asistir a la escuelita; pero si son menores de edad, deben venir con un adulto que se haga responsable del o la menor de edad.
16.- Cuando se inscriban, después de ser invitad@s, les pedimos que aclaren si son otr@, mujer u hombre, para ver cómo acomodamos, porque cada un@ es un individuo, individua o individuoa y como tal será respetad@ y cuidad@. Aquí no se discrimina por cuestiones de género, preferencia sexual, raza, credo, nacionalidad. Cualquier acto de discriminación será castigado con la expulsión.
17.- Si alguien tiene alguna enfermedad crónica, le pedimos que cargue con su medicina y que nos avise cuando se inscriba para estar pendientes de él o ella.
18.- Cuando se inscriban, después de ser invitad@s, les vamos a pedir que aclaren su edad física y sus condiciones de salud para acomodarlos en una de las escuela donde no sufran más de lo que van a sufrir de por sí.
19.- Si es invitad@ y no puede asistir en esa primera fecha, no tenga pena. Sólo nos avisa cuándo sí puede y nosotros hacemos el curso cuando ya puede venir. También si alguien no puede terminar el curso o no puede llegar cuando ya está inscrito, no hay problema, puede completar después. Aunque recuerde que también puede asistir a las videoconferencias o a los cursos que se van a dar fuera de territorio zapatista.
20.- En otros escritos les voy a ir explicando más cosas y aclarando las dudas que puedan tener.  Pero esto que les digo es lo básico.
Es todo por ahora.
Desde las montañas del Sureste Mexicano.
Subcomandante Insurgente Moisés.
Rector de la Escuelita Zapatista.
México, Marzo del 2013.
P.D.- Ahí le encargué al SupMarcos que le ponga a este escrito unos videos que tengan que ver.
* Tomado de:  Fechas y otras cosas sobre la escuelita - marzo 17 2013



Esta es la convocatoria con que los Zapatistas invitaron al mundo, en marzo de 2013, a participar en el arranque de "la primera escuelita zapatista", en Chiapas. El curso
“La libertad según l@s zapatistas” se hizo entre el 11 y el 18 de agosto, con 1.700 participantes - de todas las edades - vinculados a organizaciones sociales en México y en todo el mundo. No cualquiera fue invitado: “A partir de ahora, nuestra palabra empezará a ser selectiva en su destinatario y, salvo en contadas ocasiones, sólo podrá ser comprendida por quienes con nosotros han caminado y caminan, sin rendirse a las modas mediáticas y coyunturales”, anticipaba uno de los varios comunicados Ellos y Nosotros.

El uso del diminutivo - "escuelita" - denota sin duda muchas más cosas que las que me animo a especular. Se habla de "escuela", de "curso", de "clases", de "profesor", de "alumnos", pero se trata de otra clase de escuela, otra clase de curso, otra clase de clases, otra clase de profesor, otra clase de alumnos, otra clase de educación. La mejor versión de educación comunitaria y en comunidad, de abajo para arriba antes que al revés.

Se habla de pedagogía, pero se trata de
otra pedagogía: una pedagogía vivencial, una pedagogía del compartir, de la convivencia y del compromiso, antes que una pedagogía discursiva, aunque estén ahí el Subcomandante Marcos y los comandantes indios; una pedagogía incluyente, en la que todos - niños, jóvenes y adultos - son sujetos de educación, de enseñanza y de aprendizaje; una pedagogía que reconoce y valora la diversidad, que rechaza lo homogéneo, lo igual para todos; una pedagogía donde lo importante no es la infraestructura - sigue siendo la disponible: básica, precaria - sino las relaciones humanas, los vínculos entre las personas, la confianza en el otro, el compromiso y el norte de un proyecto para la transformación social y política.

De entrada habían anunciado: "El EZLN prepara ya la escuela de la libertad", generando gran curiosidad y expectativa. Ya en junio avisaban que había cupo lleno en comunidades para escuela zapatista. En julio daban a conocer Nuevas fechas para la escuelita, información y videoconferencias y de otras cosas, entre otras que habían ampliado el cupo a 1.700 participantes y que harán nuevas convocatorias. El 4 de agosto, a pocos días de iniciarse la escuelita y en entusiasta espera por los visitantes, divulgaban la lista de exentos... Somos sin duda miles los que estamos en espera, ilusionados con la idea de recibir algún día una invitación.
A continuación, los testimonios de dos conocidos intelectuales y activistas sociales que tuvieron el privilegio de participar en esta primera experiencia: Ruth Martín y Raúl Zibechi. Disfrutemos lo que nos cuentan, aprendamos, inspirémonos. Porque los Zapatistas nos vienen mostrando, en efecto, que otros mundos, otras educaciones y otras escuelas son posibles. “Lo que sigue de la escuelita es algo que usted y solo usted debe decidir”, fue el mensaje final enviado por el Comandante Marcos a los asistentes. Incluimos al pie referencias y testimonios de otras personas que asistieron.
Zapatistas: diez años probando un "mundo nuevo"
por Ruth Martín

Desde 2003, unos 65.000 seguidores de las doctrinas del EZLN conviven en comunidades autogobernadas en las montañas mexicanas

"Servir y no servirse, representar (al pueblo) y no suplantar (sus decisiones), construir y no destruir...". Estos son tres de los siete principios de las comunidades indígenas que, desde 2003, conviven bajo una forma de gobiernos autonómos al margen del poder establecido. Son los llamados "caracoles", municipios mexicanos donde unos 65.000 seguidores de las doctrinas del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) han celebrado recientemente sus diez años de independencia. Mientras, su líder, Rafael Guillén, 'el subcomandante Marcos', ha seguido lanzando sus mensajes desde las montañas del Sureste de México al Gobierno. ¿Sus peticiones? Las mismas de hace 20 años: "democracia, libertad, tierra, pan y justicia para los indígenas".

Nacido el 1 de enero de 1994 en Chiapas como una plataforma en la que dar voz a las comunidades indígenas mexicanas, el EZLN ha pasado por numerosas etapas en estos años. Las peticiones de libertad, justicia, democracia, paz, educación, tierra, alimentación, trabajo, techo e independencia, que durante los primeros años tomaron un cariz de guerrilla y lucha armada frente al Gobierno Federal de la nación de México, poco a poco han abandonado los enfrentamientos para continuar con su trabajo de construir un gobierno autónomo.

Desde 1994 a 2001, el movimiento ha negociado continuamente con el Gobierno Federal de México, para lograr un acuerdo social y político que les permitiera ser reconocidos como nación y con derecho a la autodeterminación, como se materializaba en los Acuerdos de San Andrés, que el Congreso posteriormente no aprobaría. Un hecho que se convirtió en detonante para el desarrollo y la puesta en práctica de los gobiernos autónomos zapatistas.

Durante estos años de llamada tregua, el año 2005 marcó un antes y un después en la historia del movimiento, al emitir la Sexta Declaración de la Selva Lacondana -conocida como La Sexta- por la que el EZLN asegura que depone las armas y comienza a hacer política, además de ser una llamada para construir un movimiento para combatir el neoliberalismo y, en el caso de México, construir una nueva Constitución.

Para ellos, la política dictada por el neoliberalismo actual no sirve como tal y organizan su propio gobierno comprometiéndose a "no hacer ningún tipo de relación secreta con organizaciones político-militares nacionales o de otros países y defender, apoyar y obedecer a las comunidades indígenas que lo forman y son su mando supremo, sin interferir en sus procesos democráticos internos y en la medida de sus posibilidades, contribuir al fortalecimiento de sus autonomía, buen gobierno y mejora de sus condiciones de vida."

Hoy en día el movimiento se organiza en lo que ellos denominan caracoles (de la Realidad, Morelia, la Garrucha, de Robertdo Barrios y de Oventik), que nacieron entre los días 8 y 10 de agosto de 2003 recogiendo lo suscrito por el EZLN y el Gobierno federal en los Acuerdos de San Andrés, donde se reconocía -entre otras cosas- el derecho a la autonomía. Como explica Luis Saracho desde Uníos -una de las oficinas de apoyo al movimiento EZLN en la ciudad de México-, han creado una estructura de gobierno en el que un conjunto de pueblos ha generado un municipio cuyo conjunto, a su vez, conforma una región administrativa o caracol.

Recientemente, durante los días 12 a 16 de agosto ha tenido lugar la llamada Escuelita zapatista en San Cristóbal, en la que no sólo se ha celebrado el décimo aniversario de la formación del gobierno autónomo, también se ha impartido un curso bajo el nombre de La libertad de l@s Zapatistas, en torno a una década de gobierno autónomo. En ella, repartidos en los cinco caracoles administrativos, más de 1.700 invitados de todo el país (acompañados cada uno de su guardián) compartieron durante esos días la experiencia autónoma de gobierno, poniendo en práctica el trabajo desarrollado durante los últimos años y estudiando los materiales impartidos por las comunidades.

"Ellos no han sido preparados para ser gobernantes", apunta Luis Saracho, "pero lo fundamental de esta experiencia es que nos encontramos ante una sociedad indígena, con una cultura mesoamericana, con cinco idiomas en cinco pueblos distintos, que comulgan con una cultura local y que, a partir de siete principios, han construido su sociedad", prosigue. Los siete principios se resumen de la siguiente manera: servir y no servirse (los que gobiernan viven de la solidaridad del resto), representar y no suplantar (la decisión del pueblo), construir y no destruir (consensos), obedecer y no mandar, proponer y no imponer, convencer y no vencer y por último, bajar y no subir (trabajar desde el último a los más encumbrados). La mujer, "igual ante las balas"

Las dinámicas de la Escuelita han pasado por vivir el día a día de los pueblos, alojarse en sus casas, involucrarse en sus actividades, trabajar sus tierras, compartir sus necesidades y vivir en igualdad hombres y mujeres, como establece la Ley de Mujeres Zapatistas, que dio un nuevo estatus social a la mujer. Las mujeres se volvieron visibles con ésta norma, que les permite "ser iguales ante las balas", pero también educarse, trabajar o ser milicianas, entre otras cosas.

Alrededor de 6.000 personas pudieron comprobar durante estos días de agosto cómo se está resistiendo frente a los ataques sin éxito del Gobierno Federal. A pesar de sus intentos de corromper a la sociedad indígena, no lo está consiguiendo, según revela Luis Saracho desde DF. "Calculamos que en la actualidad el movimiento debe estar formado aproximadamente por unos 65.000 zapatistas", añade. En las zonas del movimiento hoy la población está creciendo, no hay desnutrición, nadie se encuentra sin escolarizar, la salud es primordial, todos tienen un lugar en la sociedad y en ese marco, para mantener la resistencia autónoma, están construyendo las condiciones necesarias para sustentar las estructuras de gobierno, algo que pudieron comprobar los asistentes a la Escuelita.

Desde las montañas del Sureste mexicano, donde el 'subcomandante Marcos' -convertido en asesor y puente entre los dos mundos- sigue lanzando sus mensajes y misivas, se hizo eco del poder de las redes sociales, algo que aunque pueda suponer una paradoja, el movimiento zapatista ha sabido utilizar eficazmente como arma para mantenerse visible. En el 2006, junto con La Sexta Declaración nació una iniciativa denominada La Otra Campaña, cuyo planteamiento no iba más allá de identificar a quiénes luchan, dónde están, qué piden y cómo les trata el Gobierno.

En esas circunstancias se generó un movimiento mediático muy importante y nació la Red Contra la Represión, que ha generado un movimiento de defensa de las libertades de los presos políticos, apoyado hoy en día por las redes sociales. A través de ellas se lanzan los comunicados que hoy sirven para reconstituir la politización del movimiento.

"En un primer momento el movimiento se veía por parte de la sociedad civil como un acontecimiento anecdótico, pero el próximo 1 de enero cumplirá 20 años y pocos movimientos que se presupongan anecdóticos se mantienen durante tanto tiempo", reflexiona Luis Saracho.

Habrá que esperar a ver cómo afecta a los asentamientos zapatistas la actual Reforma Energética propuesta por el presidente Enrique Peña Nieto, que se debate estos días en la Cámara de Diputados en la ciudad de México, debido a la riqueza e importancia de los recursos que allí se encuentran. De momento, los asentamientos siguen manteniéndose al margen y caminando en sus dinámicas, sus proyectos y circunstancias de gobiernos autónomos, tratando de generar un movimiento social y político basado en el anticapitalismo.

Y, como resume Luis Saracho, "la Escuelita ha sido una muestra de la determinación del pueblo, demostrando que la autonomía es importante, que tiene un precio dispuesto a pagarla y que no hay marcha atrás, con una nueva generación de muchachos preparados con un pie en el pasado y otro en el futuro".

Un horizonte resumido, de nuevo, en palabras del 'subcomandante Marcos': "¿La toma del poder? No, apenas algo más difícil: un mundo nuevo".



Las escuelitas de abajo 
por Raúl Zibechi
Habrá un antes y un después de la escuelita zapatista. De la reciente y de las que vendrán. Será un impacto lento, difuso, que se hará sentir en algunos años pero marcará la vida de los de abajo durante décadas. Lo que vivimos fue una educación no institucional, donde la comunidad es el sujeto educativo. Autoeducación cara a cara, aprendiendo con el alma y con el cuerpo, como diría el poeta.

Se trata de una no pedagogía inspirada en la cultura campesina: seleccionar las mejores semillas, esparcirlas en suelos fértiles y regar la tierra para que se produzca el milagro de la germinación, que nunca es segura ni se puede planificar.

La escuelita zapatista, por la que pasamos más de mil alumnos en comunidades autónomas, fue un modo diferente de aprendizaje y de enseñanza, sin aulas ni pizarras, sin maestros ni profesores, sin currícula ni calificaciones. La verdadera enseñanza comienza con la creación de un clima de hermanamiento entre una pluralidad de sujetos antes que con la división entre un educador, con poder y saber, y alumnos ignorantes a los que se deben inculcar conocimientos.

Entre los muchos aprendizajes, imposibles de resumir en pocas líneas, quiero destacar cinco aspectos, quizá influenciado por la coyuntura que atravesamos en el sur del continente.

La primera es que los zapatistas derrotaron las políticas sociales contrainsurgentes, que son el modo encontrado por los de arriba para dividir, cooptar y someter a los pueblos que se rebelan. Al lado de cada comunidad zapatista hay comunidades afines al mal gobierno con sus casitas de bloques, que reciben bonos y casi no trabajan la tierra. Miles de familias sucumbieron, algo común en todas partes, y aceptaron regalos de arriba. Pero lo notable, lo excepcional, es que otras miles siguen adelante sin aceptar nada.

No conozco otro proceso, en toda América Latina, que haya conseguido neutralizar las políticas sociales. Este es un mérito mayor del zapatismo, conseguido con firmeza militante, claridad política y una inagotable capacidad de sacrificio. Esta es la primera enseñanza: es posible derrotar las políticas sociales.

La autonomía es la segunda enseñanza. Hace años escuchamos discursos sobre la autonomía en los más diversos movimientos, algo valioso por cierto. En los municipios autónomos y en las comunidades que integran el caracol Morelia, puedo dar fe de que construyeron autonomía económica, de salud, de educación y de poder. O sea, una autonomía integral que abarca todos los aspectos de la vida. No tengo la menor duda de que lo mismo sucede en los otros cuatro caracoles.

Un par de palabras sobre la economía, o la vida material. Las familias de las comunidades no tocan la economía capitalista. Apenas bordean el mercado. Producen todos sus alimentos, incluyendo una buena dosis de proteínas. Compran lo que no producen (sal, aceite, jabón, azúcar) en tiendas zapatistas. Los excedentes familiares y comunitarios los ahorran en ganado, con base en la venta de café. Cuando hay necesidad, por salud o para la lucha, venden alguna cabeza.

La autonomía en la educación y en la salud se asienta en el control comunitario. La comunidad elige quiénes enseñarán a sus hijos e hijas y quiénes cuidarán la salud. En cada comunidad hay una escuela, en el puesto de salud conviven parteras, hueseras y quienes se especializan en plantas medicinales. La comunidad los sostiene, como sostiene a sus autoridades.

La tercera enseñanza se relaciona con el trabajo colectivo. Como dijo un Votán: Los trabajos colectivos son el motor del proceso. Las comunidades tienen tierras propias gracias a la expropiación de los expropiadores, primer paso ineludible para crear un mundo nuevo. Varones y mujeres tienen sus propios trabajos y espacios colectivos.

Los trabajos colectivos son uno de los cimientos de la autonomía, cuyos frutos suelen volcar en hospitales, clínicas, educación primaria y secundaria, en fortalecer los municipios y las juntas de buen gobierno. Nada de lo mucho que se ha construido sería posible sin el trabajo colectivo, de hombres, mujeres, niños, niñas y ancianos.

La cuarta cuestión es la nueva cultura política, que se arraiga en las relaciones familiares y se difumina en toda la sociedad zapatista. Los varones colaboran en el trabajo doméstico que sigue recayendo en las mujeres, cuidan a sus hijos cuando ellas salen de la comunidad para sus trabajos de autoridades. Las relaciones entre padres e hijos son de cariño y respeto, en un clima general de armonía y buen humor. No observé un sólo gesto de violencia o agresividad en el hogar.

La inmensa mayoría de los zapatistas son jóvenes o muy jóvenes, y hay tantas mujeres como varones. La revolución no la pueden hacer sino los muy jóvenes, y eso no tiene discusión. Los que mandan, obedecen, y no es un discurso. Ponen el cuerpo, que es otra de las claves de la nueva cultura política.

El espejo es el quinto punto. Las comunidades son un doble espejo: en el que podemos mirarnos y donde podemos verlas. Pero no una o la otra, sino las dos en simultáneo. Nos vemos viéndolas. En ese ir y venir aprendemos trabajando juntos, durmiendo y comiendo bajo el mismo techo, en las mismas condiciones, usando las mismas letrinas, pisando el mismo lodo y mojándonos en la misma lluvia.

Es la primera vez que un movimiento revolucionario realiza una experiencia de este tipo. Hasta ahora la enseñanza entre los revolucionarios reproducía los moldes intelectuales de la academia, con un arriba y un abajo estratificados, y congelados. Esto es otra cosa. Aprendemos con la piel y los sentidos.

Por último, una cuestión de método o de forma de trabajo. El EZLN nació en el campo de concentración que representaban las relaciones verticales y violentas impuestas por los hacendados. Aprendieron a trabajar familia por familia y en secreto, innovando el modo de trabajo de los movimientos antisistémicos. Cuando el mundo se parece cada vez más a un campo de concentración, sus métodos pueden ser muy útiles para quienes seguimos empeñados en crear un mundo nuevo.

Fuente: La Jornada, México
Para saber más 
» Enlace Zapatista
» La escuelita de la libertad: el ABC zapatista, María Verza, Periodismo Humano, 27 agosto 2013.
» El arte de construir un mundo nuevo: La libertad según los zapatistas, Americas Program, Raúl Zibechi, 29 agosto 2013.
» Entrevista a Mumia Abu-Jamal: “El camino zapatista es digno de aprender y es digno de enseñar”, Rebelión, 9 septiembre 2013.
» Fotos Una mirada dentro de la escuela zapatista

Las tareas domésticas en los textos escolares


Rosa María Torres




Publicado también en el Blog de la Educación Mundial,
Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo, 10 feb. 2017.


Bastante se ha trabajado el sexismo en las imágenes de los textos escolares, particularmente de la escuela primaria. En los 1970s y 1980s hubo un boom de este tipo de análisis en varios países latinoamericanos. No obstante, mucho menos se ha analizado el sexismo que transpiran los textos, la parte medular de un texto escolar.

Durante años me dediqué a coleccionar textos escolares del Ecuador y de otros países latinoamericanos y a analizarlos a partir de diferentes temas (un análisis mucho más práctico y productivo que analizar documentos curriculares, por lo general abstractos y alejados de la práctica vivencial en las aulas). Dos temas, en particular, me interesaron y llamaron siempre la atención: el tratamiento de la mujer y el tratamiento de los indígenas, ambos víctimas de discriminación y maltrato en el Ecuador y en la mayoría de países de esta región.

Las "tareas domésticas" - y el tradicional oficio de "ama de casa", tan viejo como el de la prostitución - constituyen un ámbito histórico, cotidiano y palpable de subordinación femenina, tanto de niñas como de mujeres. Dichas tareas, dicho oficio y dicha subordinación son naturalizados en todo el mundo por la ideología dominante - machista - que es compartida y apuntalada, lastimosamente, por hombres y mujeres.

A manera de muestra, transcribo a continuación fragmentos de un artículo que publiqué en los 1990s diseccionando Abramos Surcos, serie de libros de texto ecuatorianos producidos por el Ministerio de Educación y Cultura dentro del Proyecto AMER, Quito, 1987 (edición experimental). El texto corresponde al libro de tercer grado.
Papá "ayuda" de vez en cuando a mamá. Mamá Tránsito prepara la comida para la familia, atiende a Rosario y a nuestro perro Carbón. Algunas veces papá tuesta maíz, muele morocho y asa cuyes. ¡A él le gusta ayudar a mamá! (p.12).
Como es usual en la vida real, mamá se hace cargo de la reproducción de la vida de la familia y de cada uno de sus miembros, incluyendo la preparación de los alimentos, la atención de los hijos y de los animales que hacen parte del hogar. Papá "ayuda" ocasionalmente. Los signos de admiración llaman la atención sobre lo inusual (y ejemplar) de esta ayuda.

En verdad, sin embargo, no se trata de que papá "ayude a mamá" sino de que ambos asuman y compartan los "quehaceres domésticos", nombre inapropiado y devaluado para llamar a las responsabilidades asociadas al sostenimiento y la reproducción de la vida familiar, indispensables en cualquier lugar, cultura y estrato social.

Cuando papá cocina, se come bien.
Las tres mujeres arreglamos la casa y preparamos la comida. Los domingos, papá cocina. Ese día comemos platos ricos o platos raros (p.13).
Las tres mujeres (dos hijas y una madre) arreglan la casa y cocinan todos los días. Papá cocina los domingos, ¡y ese es justamente el día en que se come bien!. Si incluso la cocina, tradicional reino femenino, es superada por papá, ¿qué le queda a mamá? ¿Por qué alabar en un texto escolar las habilidades culinarias de papá, cocinero ocasional, en vez de alabar y agradecer las de mamá e hijas, cocineras habituales? Posiblemente los autores del texto asumen que están estimularndo a los hombres a seguir el ejemplo del protagonista: alguien que "ayuda", cocina los domingos y le va de perlas.

Niñas entrenadas para amas de casa:
En el estero que queda junto a la casa, mi hermana mayor y yo lavamos la ropa de la familia. Cumplido el trabajo nadamos un rato. Luego ayudé a mamá a dar la comida a las gallinas y pollos. Hacía hervir la leche recién ordeñada y sacaba agua del pozo (p.17).
Esto relata Feliza Pincay, una niña que, como millones de niñas en el mundo, trabaja todo el día - lava, cocina, cuida animales, acarrea agua- sin que nadie considere esto "trabajo" pues no aporta formalmente al ingreso familiar. El texto escolar nos cuenta que los dos hermanos varones se fueron de la casa, uno está en el cuartel. Feliza traza, así, el destino inevitable de niñas y mujeres - quedarse atrancadas en la casa, la comarca, el barrio - y el de niños y hombres - escapar, liberarse, conocer mundo, contar con alternativas.

Papá es el que sabe:
- "Papá, ¿cómo podemos organizarnos?", pregunta el niño.
- "Tío Lorenzo, ¿para qué nos organizamos?", pregunta la niña".
- "Nos organizamos, Bremilda, para solucionar nuestros problemas" (p. 20)
Niño y niña preguntan al papá y al tío, respectivamente, no a las mamás presentes que, dos páginas antes, habían aportado ideas y trabajo para arreglar el camino. La respuesta del tío Lorenzo bien pudo haber sido puesta en boca de mamá Tránsito, que seguramente sabe mucho de organizaciones. Pero "saber" es asunto de hombres, sobre todo en presencia de mujeres. Son usualmente las mamás las encargadas por el sistema escolar y la sociedad del cumplimiento de las tareas escolares, extensión de la labor de la escuela y un capítulo más de las "tareas domésticas", pero son los papás la fuente oficial de información, conocimiento, sabiduría.

Se argumentará que los textos solo reflejan la realidad, los estereotipos de nuestra cultura machista. Pero precisamente porque ésta es la realidad, estamos llamados a cambiarla. El sistema escolar, con sus profesores, su currículo y sus textos, tiene la obligación de contribuir a ese cambio. Presentar la realidad tal cual es solo se justifica si sirve para tomar conciencia de ella y cuestionarla, para llevar a los alumnos a reflexionar sobre la discriminación de que son objeto niñas y mujeres (alumnas, madres, profesoras) en la familia, en el sistema escolar, en la sociedad.

Pero no hay esperanza si los propios funcionarios, los diseñadores de currículos y textos escolares, los propios docentes, son pasto de la ideología dominante, comparten y reproducen la subordinación de la mujer en todos los ámbitos y en todas sus formas.

*******

Hasta aquí el artículo en cuestión, publicado en los 1990s. Pensará usted que textos escolares más recientes presentan una visión un poco más "moderna" de la relación hombres-mujeres. Lamento decirle que no es así. Los estereotipos duros en torno a la mujer siguen ahí, en los textos y en la vida real. Las mujeres siguen sintiéndose benditas y bien casadas si los hombres "ayudan" en las tareas domésticas; siguen contentas fregando platos y limpiando el chiquero que dejan muchos hombres cuando cocinan; siguen cediendo espacios y créditos incluso en aquellos dominios tradicionalmente vinculados al (re)conocimiento y al afecto femenino (en todo el mundo, el arte culinario y la carrera de chef han pasado a ser atractivos para el género masculino); siguen sintiéndose orgullosas del "saber masculino" y dispuestas a ocultar o dudar del propio cuando se trata de saber prestigiado y socialmente útil, como el asociado a consultas y tareas escolares.

Qué esperanza hay de que los contenidos escolares cambien si no cambian las realidades familiares y sociales de las cuales se nutren así como las mentalidades que trasladan esas realidades a currículos y a textos (no importa si en papel o digitales). ¿Qué pasaría si, en los textos, al menos por una vez, son las mamás las consultadas y las que "ayudan" en las tareas domésticas, y las hermanas las que "ayudan" a los hermanos a hervir la leche, lavar la ropa y cuidar los animales?

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1 de cada 3 mujeres ▸ 1 out of 3 women

Rosa María Torres


Tomado de: Frente Zapatista de Liberación Nacional (FZLN)

Dedico esta compilación de textos míos publicados en este blog a las niñas y mujeres que los inspiraron, muchas de ellas heroínas y muchas de ellas víctimas de discriminación, desvalorización, violencia, abuso. Según Naciones Unidas, 1 de cada 3 mujeres en el mundo sufre algún tipo de violencia. Necesitamos combatir el machismo y erradicar el maltrato de niñas y mujeres en la familia, en la comunidad, en el sistema educativo, en el lugar de trabajo, en la calle, en los medios, en la política, en la vida pública.

I dedicate this compilation of texts of mine published in this blog to the girls and women who inspired them, many of them heroes and many of them victims of discrimination, violence and abuse. According to the United Nations, 1 out of 3 women in the world experiences some type of violence during their lifetime. We need to combat machismo and to eradicate violence against girls and women in the family, in the community, in the education system, in the media, at work, in politics, in public life.. 




















Sistemas escolares y migración internacional

Mariposas monarca - México
Rosa María Torres

Para mis hijos Juan Fernando y Julián


Según me informan personeros de la Secretaría de Educación Pública de México y según puedo leer yo misma en los documentos que me proporcionan, existen en México cerca de 1 millón y medio de niños jornaleros agrícolas migrantes, niños que cada año se movilizan junto con sus familias, o solos, siguiendo las cosechas, buscando trabajo. Pasan entre dos y hasta seis meses migrando de un estado a otro de la República; algunos no regresan a su lugar de origen por largos períodos de tiempo. No hay ni ha habido hasta hoy escuela o sistema educativo pensado específicamente para estos niños. En consecuencia, los niveles de analfabetismo entre esta población son muy altos, así como los de deserción y repetición entre los que llegan a matricularse en la escuela. Una escuela fija, sedentaria, homogénea, con calendario único, que espera a los alumnos pero que no sale a su encuentro, que desconoce las realidades del trabajo infantil, la ausencia temporal, los flujos migratorios. Por primera vez en 1998 se empezó a diseñar un modelo educativo específico, itinerante, para esta problemática vieja y compleja de los niños jornaleros migrantes.  

Según me consta por experiencia propia, existe otro tipo de migrantes y otra realidad no tocada, ni siquiera reconocida, por los sistemas escolares: los niños migrantes internacionales, niños que, forzados por diversas circunstancias y por lo general siguiendo a sus padres, transitan entre sistemas escolares de diferentes países. 

Hasta mediados del siglo pasado, estudiar en el extranjero estaba reservado para las élites latinoamericanas, que viajaban o enviaban a sus hijos a estudiar en Europa o, más recientemente, en Estados Unidos. No obstante, en las últimas décadas, dictaduras, guerras, represiones y persecuciones de todo tipo en América Latina y el Caribe hicieron del exilio un hecho común, particularmente en los países del Cono Sur y en los de Centroamérica. Penurias y crisis, en un mundo cada vez globalizado y marcado por el desarrollo vertiginoso de los medios de comunicación y las tecnologías, vinieron a acentuar la movilidad interna e internacional de millones de personas y familias en todo el mundo. Tener una experiencia internacional, y manejar varios idiomas, ha pasado a considerarse requisito indispensable para muchos trabajos y parte importante de la competencia profesional de una persona. No obstante, igual que con los niños que van detrás de las cosechas, desplazándose dentro de su propio país, los sistemas escolares han continuado en su mayor parte ignorando la realidad de los niños que van detrás de sus padres, desplazándose de un país a otro, de un continente a otro.

Mis propios hijos, migrantes internacionales por obra y gracia de las decisiones de vida de sus padres, han sido víctimas del testarudo provincianismo de los sistemas escolares. El itinerario escolar de mi hijo menor, por ejemplo, cruzó el mapa de las Américas de norte a sur, para terminar en Barcelona, del otro lado del Atlántico. Su experiencia escolar, desde la guardería hasta el fin de la educación secundaria, le tocó padecerla en cinco países - México, Nicaragua, Ecuador, Estados Unidos, Argentina - cada uno con su propio e idionsincrático sistema escolar, cada uno manejándose como si todos los alumnos fuesen nacionales, sin previsiones ni adaptaciones ni sensibilidades hacia el extranjero, hacia el migrante internacional.

Espectadores del absurdo, vimos a nuestros hijos peregrinar dolorosamente por las versiones escolares de la Geografía y la Historia de cinco países, recitar ríos y montañas, héroes y mártires, himnos y símbolos patrios, leyes y acuerdos, hechos históricos y personajes misceláneos y desconocidos, datos sin referencia previa ni recuerdo ni emoción ni vínculo personal de ningún tipo, de los cuales debían despojarse, poco después, para hacer espacio en la memoria a la nueva lista de nombres, lugares y fechas. 

En México había que aprender las culturas pre-hispánicas como cualquier buen mexicano orgulloso de su país y sus antepasados. En Nicaragua, saber diferenciar entre Somoza y Sandino era el eje mismo del currículo y de la socialización a nivel escolar. En el Ecuador, el pase de año podía jugarse en el reconocimiento minucioso de las hoyas y nudos que forma la cordillera de los Andes al pasar por este país. En Estados Unidos, latinos, asiáticos y africanos por igual deben mostrar ser capaces de recitar cronológicamente todos los presidentes norteamericanos a partir de George Washington. En Argentina, ningún adolescente escolarizado, nacional o extranjero, puede escapar a la lectura del Martín Fierro y a las biografías de Sarmiento y del General Perón. En todos los casos, se espera del alumno extranjero que hable sin acento, conozca y comparta la historia y la cultura del país anfitrión, revalide materias, aprenda a destiempo lo ya aprendido por sus compañeros, dé y apruebe exámenes no sólo con un esfuerzo adicional al de un alumno nacional, sino sin siquiera poder preguntarse y preguntar por qué.

En un mundo pauperizado y polarizado, escenario de contradicciones y conflictos de todo tipo, los sistemas escolares continúan funcionando como si no existieran el trabajo infantil, la migración nacional e internacional, el exilio, los refugiados, los desplazados de guerra. En un mundo crecientemente interconectado y globalizado, en el que el trabajo escasea y se precariza, en que el aprendizaje permanente pasa a ser reconocido como una necesidad de todos y ya no sólo como un lujo que pueden permitirse unos pocos, los sistemas escolares continúan operando con la premisa de que la distancia entre los alumnos y la escuela la tienen que recorrer los alumnos, no la escuela; que todos los alumnos tienen domicilio y país fijos; que las personas echan raíces en su lugar de nacimiento; que todos hablan (o deberían hablar) el mismo idioma o dialecto; que los sistemas escolares no requieren plantearse con urgencia asuntos como la compatibilidad, la intercambiabilidad, las equivalencias que resultan de la movilidad vertical y horizontal entre distintos sistemas y modalidades educativas.  

Entrado el siglo 21, los sistemas escolares no se han hecho aún cargo de las realidades del siglo 20. La retórica acerca de los desafíos que plantea el nuevo milenio es, en buena medida, la retórica que corresponde a desafíos pendientes de siglos anteriores. El reconocimiento de la diversidad, piedra angular del discurso educativo moderno y de los procesos de reforma en todos los ámbitos, apenas si ha empezado a horadar a un sistema escolar pensado y organizado desde la negación misma de lo diverso, de lo diferente, de lo cambiante. La problemática no atendida, ni siquiera asumida, de los niños migrantes, es apenas un botón de muestra.

Centro del Muchacho Trabajador: Una familia de familias (Ecuador)

Rosa María Torres

Exposición en la Jornada Internacional
"Una propuesta de desarrollo humano que nace desde la infancia trabajadora" organizada por el Centro del Muchacho Trabajador (CMT)

Quito, 17 octubre 2008

Foto: Centro del Muchacho Trabajador - Historia

Es para mí una alegría estar aquí. Soy vieja admiradora del Centro del Muchacho Trabajador (CMT). Agradezco la invitación a participar en este evento que se propone analizar varias décadas del trabajo del CMT así como la experiencia del movimiento de niños, niñas y adolescentes trabajadores (NATs) en América Latina. Gracias por la oportunidad de compartir este espacio con el equipo y los muchachos del CMT, así como con NATS de Perú y Venezuela que han venido en representación del Movimiento Latinoamericano y del Caribe de Niños, Niños y Adolescentes Trabajadores (MOLACNATS).

Voy a referirme a cinco puntos destacables del CMT y su experiencia en Quito. 

1. Medio siglo de trabajo

Lo primero que cabe resaltar es la perseverancia. El CMT nació en 1974 y sigue en pie y avanzando, en una sociedad en la que predomina la mentalidad de la proyectitis, las intervenciones que duran lo que dura el gobierno o el financiamiento. Son pocas las experiencias educativas extendidas en el tiempo, con buenas historias y buenos resultados para contar. Después de cinco décadas de trabajo ininterrumpido, no estamos aquí celebrando el cierre sino la continuidad.

Felicitaciones a quienes han hecho posible el CMT y sus logros, con amor y pasión. Las grandes acciones no tienen detrás grandes financiamientos sino voluntad, compromiso y entrega de personas concretas. En este caso, está el compromiso cristiano de los jesuítas y el liderazgo personal del Padre Juan J. Halligan J.S.

2. Una experiencia pionera

Esta es una experiencia pionera, que rompe esquemas. Lo corriente y lo fácil es seguir modas, definir temas y prioridades en función de exigencias puestas por el financiamiento y de agendas marcadas por quienes lo proveen. 

Esta iniciativa, dirigida a la niñez trabajadora, se inició buscando responder a una problemática concreta, sin necesidad de que alguien se anticipara con diagnósticos y ofertas, y sin seguir lineamientos predeterminados. Es precisamente porque es un proyecto endógeno, autogestionado, motivado e iluminado desde adentro, en diálogo permanente con la realidad, que ha logrado sobrevivir y desarrollarse a lo largo de todos estos años.

3. La familia como unidad: "Una familia de familias"

El CMT piensa no solo en el niño trabajador sino también en su familia. Adopta la familia como unidad, se autodefine como "Una familia de familias". Atiende en promedio 450 familias al año.

Diez años le tomó al CMT darse cuenta de la necesidad de este salto hacia la familia; muchos jamás llegan a percibirlo. Eso habla bien del trabajo desarrollado, un trabajo que no renuncia a la integralidad, que prefiere la calidad a los números y que apuesta a acciones más complejas pero sustentables. 

Defiendo desde hace mucho la necesidad de educar a las familias y a las comunidades antes que a individuos aislados, ya sea niños, jóvenes o adultos. Desarrollé y vengo trabajando con el concepto de "comunidad de aprendizaje": todo un barrio, toda una comunidad que aprende, dentro y fuera del sistema escolar, unos de otros, en todos los espacios disponibles y a través de todos los mecanismos que tiene esa comunidad para aprender.

La cultura escolar organiza a los educandos por edades. El sistema escolar corta a la infancia en rodajas - niños de 0 a 3, de 3 a 6, de 6 a 9, de 9 a 12, etc. - y coloca el resto de la vida en un solo gran saco: la edad adulta. No obstante, organizaciones sociales reales como la familia, el barrio o la comunidad están conformadas por gente de todas las edades. La familia es, por naturaleza, una organización inter-generacional, en la que conviven e interactúan varias generaciones, desde bebés hasta abuelos, especialmente en las familias latinoamericanas, que congregan a la familia ampliada. Es absurdo descuartizar a la familia en términos educativos, asumiendo que la educación está 'afuera', en un sistema aparte, y que solo los niños tienen derecho a ella. La familia y la comunidad son también sistemas educativos y de aprendizaje, y soportes fundamentales en el aprendizaje de niños y jóvenes. 

Como lo muestra el CMT, la posibilidad de que un niño trabajador se desarrolle y encuentre un futuro promisorio pasa por el desarrollo y avance de su familia y de su entorno. 

4. Aprendizaje a lo largo de la vida

El CMT plasma el paradigma del aprendizaje a lo largo de la vida. Todos aprendemos desde que nacemos hasta que morimos, incluso aunque jamás pisemos una escuela. Aprendemos en la familia, en la comunidad, con los amigos, en el trabajo, en la participación social, a través de los medios de comunicación, en la naturaleza, en la biblioteca, en Internet, leyendo y escribiendo, haciendo deporte, etc. El desafío es convertir esa realidad y esa posibilidad en políticas y programas que aseguren a todos oportunidades de aprender a lo largo de la vida, mejorando, ampliando y diversificando esas oportunidades. 

Esto es lo que hace el CMT. La oferta educativa incluye centro infantil, educación primaria, técnica y de personas adultas. Aquí se juntan la mamá que juega fútbol, el padre de familia que termina él mismo su educación primaria, el hijo que aprende un oficio, niños, jóvenes y adultos que se divierten, estudian y trabajan y aprenden unos de otros. El CMT combina música, deporte, biblioteca, computadora, estudio, trabajo, salud, recreación, alimentación, arte, artesanías, espacios de desarrollo individual y colectivo.

No debemos aceptar la ideología de la carencia y la desventaja con las que suele asociarse a la pobreza, a los niños y niñas trabajadores y a sus familias. No todo es carencia en la condición de pobreza ni todo es carencia en el trabajo infantil. La carencia es también la madre de grandes valores y virtudes. En el CMT vemos cómo se desarrolla institucionalmente, programáticamente, el valor y la práctica del ahorro entre niños y adolescentes, y en el seno de las familias. El trabajo forja valores y conocimientos útiles para la vida, para el propio estudio. Quien no conoce desde niño el valor del dinero y del trabajo, puede llegar a asumir el dinero como un dado y a menospreciar el trabajo. La precariedad ayuda a apreciar lo que se tiene, a percibir la importancia del propio esfuerzo y a identificar las propias capacidades y talentos que contribuyen al buen-vivir, al buen-hacer, al bien-estar propio y de los demás.  
 
5. Niños trabajadores que estudian 

El punto neurálgico y más controversial es el propio objetivo del CMT: no se propone erradicar el trabajo infantil sino dignificar el trabajo infantil, tendiendo un puente con el estudio y con la familia, y asegurando por esta vía "una propuesta sostenible para superar la pobreza".

Se requiere coraje para ir contracorriente en un tema - el de la "erradicación del trabajo infantil" - que concita grandes acuerdos internacionales, pero que tiene muchos problemas para concretarse en la realidad pues el trabajo infantil está anudado con la pobreza. Erradicar el trabajo infantil implica erradicar la pobreza. Y erradicar la pobreza exige cambios estructurales, no simplemente paliativos, limosnas, subsidios, bonos. Mientras no se desafíe el modelo económico y social que produce la pobreza y la inequidad, no se puede enfrentar con seriedad el trabajo infantil.

Por otra parte, hay que tener claro que el trabajo es como el colesterol, lo hay de dos tipos: el bueno y el malo. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) reconoce esta diferencia:

“No todo el trabajo efectuado por niños debe ser clasificado como trabajo infantil que deba ser seleccionado para su eliminación. La participación de niños, niñas o adolescentes en un trabajo que no afecta su salud y desarrollo personal o interfiere con su educación es considerado por lo general como algo positivo. Esto incluye actividades tales como ayudar a sus padres en la casa, asistir en un negocio familiar o ganarse dinero para gastos personales fuera de las horas de escuela y durante las vacaciones escolares. Estas clases de actividades contribuyen al desarrollo de los niños y al bienestar de sus familias; les hace obtener habilidades y experiencia, y ayudan a prepararlos para ser miembros productivos de la sociedad durante su vida adulta. El término ‘trabajo infantil’ suele ser definido como el trabajo que priva a los niños, niñas o adolescentes de su infancia, su potencial y su dignidad, y que es nocivo para su desarrollo físico y mental. Se refiere al trabajo que:
- Es física, mental, social o moralmente perjudicial o dañino para el niño, e
- Interfiere en su escolarización:
   - Privándole de la oportunidad de ir a la escuela;
   - Obligándole a abandonar prematuramente las aulas, o
   - Exigiendo que intente combinar la asistencia a la escuela con largas jornadas de trabajo pesado.
(…) El que una forma particular de ‘trabajo’ pueda ser llamada ‘trabajo infantil’ depende de la edad del niño, el tipo y horas de trabajo desempeñado, las condiciones bajo las que se efectúa y los objetivos perseguidos por los países
individuales. La respuesta varía de país en país, así como entre sectores dentro de los países”.
- Fuente: OIT/Programa Internacional para laErradicación del Trabajo Infantil

Hay que condenar y eliminar el trabajo (infantil o adulto) que denigra a las personas y que impide a los niños jugar, estudiar, aprender. Pero mientras no seamos capaces de eliminar las condiciones estructurales que naturalizan la pobreza, es necesario dignificar y calificar el trabajo que aporta a la supervivencia familiar, y facilitar su integración con el estudio, convirtiendo a ambos - trabajo y estudio - en herramientas de aprendizaje, de superación personal y familiar, de escape de la pobreza. 

Esto es lo que hace al CMT. Las exposiciones y los videos que hemos visto, las experiencias de vida de ustedes, muchachos y muchachas trabajadores, muestran la fuerza de sus convicciones y de su empeño por superarse. 

La evaluación de impacto encargada por el CMT en 2006 mostró que de las más de 6.000 familias egresadas:  
- más del 75% han logrado salir de la pobreza. 
- 65.50% son dueños de viviendas que cuentan con todos los servicios de una vivienda digna. 
- 85.10% terminó la primaria y la carrera o especialidad técnica elegida en el CMT. 
- 64% continuó sus estudios después de salir del CMT. 
- 95.20% de los hombres y 83% de las mujeres estaban trabajando, 71.80% de ellos en actividades relacionadas con su área de estudios en el CMT. 

Soy una convencida del valor del trabajo desde la infancia. Vengo de una familia con madre que asumió, sola, el cuidado y el desarrollo de tres hijos. Mis padres se separaron cuando yo tenía 6 años, mi papá murió cuando yo tenía 12. Sentí, desde niña, la curiosidad y la necesidad de trabajar. Siempre con ayuda de mi mamá, con mi hermano inventamos maneras de tener nuestros propios, pequeños, ingresos. No obstante, como yo lo veía, mi 'trabajo' fundamental era ser buena alumna, pues esa fue mi manera de conseguir y mantener una beca durante toda mi vida escolar. Ser buena alumna era mi aporte no solo al orgullo sino a la economía familiar.

La relación entre estudio y trabajo suele plantearse en ese orden - primero estudio, luego trabajo - y el problema como uno de 'articulación', 'transición', ‘inserción laboral', etc. Nada de esto se da fácilmente en la realidad. La vinculación estudio-trabajo es tema de eterna preocupación pues, como es sabido, los sistemas escolares son muy malos para enseñar a niños y jóvenes los conocimientos, habilidades y actitudes necesarios para enfrentar la vida y para enfrentarse al trabajo específicamente. Por otra parte, dada la grave crisis de trabajo que hay en el mundo, la cual afecta especialmente a los jóvenes, muchos jóvenes se ven forzados a postergar su salida del hogar y a depender de los padres. Asimismo, la expansión de la escolaridad y de sus requisitos (completación de estudios secundarios, licenciaturas, maestrías, doctorados) está postergando la experiencia laboral.  

El CMT plantea el asunto al revés: cómo facilitar (a los niños trabajadores) el tránsito del trabajo hacia el estudio, y cómo hacerlo sin tener que renunciar al trabajo, si éste no es un trabajo indigno y si es indispensable para la supervivencia y la cohesión familiar. El CMT le ofrece esta alternativa al niño trabajador y a toda su familia.

Este movimiento a la inversa, que no contemplan los sistemas escolares, implica por eso mismo gran creatividad y flexibilidad, grandes desafíos curriculares y pedagógicos. Las muchachas y los muchachos que se integran al CMT no ‘retornan al estudio’ sino que aprenden a combinar estudio y trabajo. A diferencia de la problemática de los llamados "ninis" (jóvenes que ni estudian ni trabajan), estos jóvenes estudian y trabajan.

En los países ricos y en muchos planteles privados se enseña a niños y jóvenes 'educación financiera', cuestiones como qué es y para qué sirve el dinero, qué es y para qué sirve el trabajo, el ahorro, etc. Se trata, en definitiva, de introducir en las aulas una realidad exterior, vista como futuro y como realidad adulta. Muchas actividades comunitarias y pasantías tienen asimismo como objetivo que niños y jóvenes de sectores medios y altos tengan una experiencia de trabajo o entren en contacto con personas que trabajan. Ustedes, en cambio, aprenden todo eso en la vida diaria y llevan ese aprendizaje al aula.

Termino mencionando un libro que me fascinó y me rompió esquemas cuando lo leí. Se llama "En la vida diez, en la escuela cero" (Terezinha Nunes Carraher, Siglo XXI, 2000) y recoge los resultados de un estudio realizado con niños de la calle en Brasil. Al pedírseles que resolvieran una serie de problemas matemáticos, los niños de la calle - muchos de los cuales no habían pisado la escuela o la habían abandonado al poco tiempo - resolvían dichos problemas con más rapidez y solvencia que niños que asistían regularmente a la escuela. Cómo integrar el conocimiento que enseña la vida y el que enseña el sistema escolar, cómo sintonizar la escuela con las necesidades y los saberes de los niños que viven en situación de pobreza, reconociéndolos y valorándolos (a ellos y a sus saberes), sigue siendo una encrucijada de los sistemas escolares y un desafío que experiencias como la del Centro de Muchacho Trabajador asumen como punto de partida y encaran todos los días. Los Ministerios de Educación harían bien en aproximarse y aprender más de estas experiencias.

* Texto escrito en 2008, revisado en 2012 para subirlo a este blog.

Para saber más:
Centro del Muchacho Trabajador
Entrevista al Padre Juan J. Halligan S.J. Director del CMT (audio), Radio Visión. Quito, 3 oct. 2102
"Los niños trabajadores también retornan a las aulas". Fotogalería, Diario Hoy, Quito, 4 oct. 2012
IPEC: Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil-OIT

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